Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1862-1863 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 21 de abril de 1863
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 47, 678
Tema: Acta de Antequera, no admisión del Diputado electo Robledo

El Sr. SAGASTA: El Sr. Ministro de la Gobernación tiene muchísima razón; si hubiera tratado S.S. de rebajar a este Cuerpo como entidad moral, como elevada institución, yo no lo hubiese permitido, me hubiera levantado a protestar de semejante idea; pero podía haber dado el señor Ministro de la Gobernación una explicación que dejando a salvo los principios constitucionales no rebajara en nada ni por nada a estos Cuerpos Yo, por ejemplo, hubiera dicho: en mi opinión y en la de los que hicieron la Constitución, y en la de los que la discutieron y en la de todo el mundo (porque hasta ahora a nadie le ha ocurrido esa duda) la Constitución debe aplicarse exactamente, debe exigirse que el candidato tenga los requisitos que la constitución exige. Pero podía añadir, es verdad que hay un precedente establecido por este Cuerpo, que puede ser efecto de una equivocación o de un error, lo cual no tiene nada de particular. (Rumores.) Pues qué, ¿somos aquí infalibles? i0jalá no hubiésemos cometido ningún error! Pues qué, ¿no habéis modificado vuestras mismas leyes? Pues si las modificáis, prueba de que confesáis el error que cometisteis. ¿No estáis ahora mismo pensando en modificaciones todos los días? iPues apenas tiene ahora la mayoría susceptibilidad! Bien podía haberla tenido antes para otras cosas. Pero de cualquier modo, lo podía haber dicho el Sr. Ministro de la Gobernación mejor que yo para evitar este mal efecto, porque S.S. tiene más talento y más medios que yo.

Por lo demás, este caso no es de interpretación, este caso no es dudoso, y yo estoy admirado de que Ilevemos sobre esto dos días de discusión. Señores : ¿podemos discutir aquí acerca de que cuando el sol está sobre el horizonte deja de ser de día? Pues esa es la discusión que nos ocupa hace dos días. No hay discusión posible cuando se presentan argucias y sofismas; tratándose de una cosa tan importante como la Ley fundamental del Estado, esta es una discusión que yo no considero oportuna en este Cuerpo; aquí debemos dar ejemplo de sobriedad, de gravedad, a fin de que se respete la ley fuera de aquí. ¿Qué han de hacer los de fuera si ven que no se respeta la ley aquí?



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